¿Por qué invertir en una cortadora de césped eléctrica para mi jardín?

¿Por qué invertir en una cortadora de césped eléctrica para mi jardín?

La compra de una cortadora de césped eléctrica es una inversión a largo plazo. Al tener una versión de alto rendimiento, serás un ganador. Esta máquina parece rentable. Durará varios años en su compañía. Además, la siega se hará sin demasiado esfuerzo. Pero también, no perderá el tiempo en sus tareas. La única desventaja es que la máquina no es adecuada para grandes áreas verdes.

Se requiere menos esfuerzo

Con una cortadora de césped eléctrica, no te cansarás demasiado. La máquina corta el césped por sí misma. Mientras que tú sólo tienes que empujarlo. Dicho esto, si practicas como jardinero, sabrás claramente la diferencia.

De hecho, sin la intervención de este dispositivo, cortar el césped se convierte en un trabajo duro. Tienes que doblar la espalda desde el principio hasta el final del trabajo. ¿Es fácil hacer esto durante horas y horas? No, en absoluto. Sí, una superficie de 50 m2 puede ser tratada en medio día con una tijera de podar.

La cortadora de césped es más rentable

Un cortacésped eléctrico con o sin cables vale entre 50 y 2000 euros. Una versión de gama media vale cientos de euros. Sin embargo, los servicios de un especialista se estiman entre 10 y 20 euros por hora. Así que por cuatro horas de corte, gastarás de 50 a 100 euros. Por supuesto, el resultado beneficia al jardinero. Sin embargo, con algunos ajustes de su parte, su equipo asegurará un corte satisfactorio. Así que la ventaja es tuya.

Cuando haces las cuentas, el costo de una cortadora de césped es el equivalente a dos intervenciones de un profesional. Por eso su uso sigue siendo más rentable. Al optar por los servicios de la máquina, se ahorrará más de 300 a 600 euros en un año. Mientras que después de 5 años, tendrás una ventaja neta de 1500 a más de 3000 euros.

Ahorra tiempo

El robot cortador de césped eléctrico ahorra tiempo. Usando tal dispositivo, hará la diferencia en comparación con una herramienta manual. Este parece ser más eficiente. Hace un corte correcto desde el primer contacto. Como resultado, harás 5 veces más rápido que una tijera de podar. También es 3 veces más rápido que un cortacésped manual.

El secreto del modelo eléctrico está en la cuchilla. Se mueve con un movimiento circular. Además, la hoja es muy afilada, de ahí su eficiencia. Ninguna ramita será capaz de resistirlo. Sin embargo, se necesitará más paciencia para tratar cientos de metros cuadrados.

Lo único que obstaculizará este entrenamiento es el desgaste. Desafortunadamente, después de tres años de uso el rendimiento del robot disminuye. En este caso, o bien afilarás la cuchilla. O lo cambiarás. Después, el corte será más contundente de nuevo.

El más interesante es el cortacésped robótico sin cable. A saber, este es casi autónomo. Día y noche, corta sin ninguna limitación. Funciona bajo la lluvia sin ninguna intervención. Gracias a ello, eres libre de tomar una siesta mientras trabajas. La máquina se mueve según las instrucciones y se recarga automáticamente. En resumen, una buena razón más para invertir en este modelo.

Una cuestión de practicidad

El cortacésped eléctrico es muy práctico. Esta versión te libera de la necesidad de comprar combustible. Funciona con un motor eléctrico. Todo lo que tienes que hacer es cargar las baterías y funciona.

Por otro lado, un cortacésped térmico es más intensivo en energía. Funciona con una mezcla de aceite y combustible. Cada vez que se utiliza, requiere unos pocos litros de combustible. Esto significa que tienes que repostar en todo momento. Pero también, si te quedas sin combustible, tienes que ir a una estación de servicio. Así que es un gran esfuerzo.

Además, el diesel no se ofrece. Cuesta una cierta cantidad incluso para unos pocos centilitros. La factura puede llegar a su punto máximo como resultado de un uso intensivo. Es decir, un litro de SP 95 y el combustible diesel cuesta alrededor de 1,39 a 1,40 euros. Y cuanto más grande es el área, más aumenta el consumo.

Por todas estas razones, es mejor invertir en una cortadora de césped eléctrica. Sí, este puede ser recargado desde una toma de corriente. Dicho esto, no es necesario viajar. Todo se hace en tu casa. Y si aún no ha hecho la elección, puede encontrar una selección de los mejores productos aquí.

Parece durar…

Un cortacésped eléctrico tiene una vida útil estimada de 6 a 8 años. Con un cuidadoso mantenimiento de su parte, le proporcionará más de diez años de servicio leal. Durante estos años, su jardín será bien cortado a un precio bajo. Una versión de 150 euros puede cortar hasta 800 m2.

De hecho, contará los consumibles de la máquina y el valor de las cuchillas. Las cuchillas deben ser reemplazadas cada 2 o 3 años. Mientras tanto, un nuevo filo le costará casi 20 euros solamente. Por otro lado, el montaje sigue siendo gratuito. Te encargarás de ello tú mismo. En total, gastará menos de 500 euros para los próximos diez años de corte. Esto incluye la compra de una bomba de protección y reparaciones menores.

Los límites de la cortadora de césped eléctrica

Como todos los productos, éste tiene sus límites. Cuando la superficie a tratar exceda los miles de metros cuadrados, opte por una cortadora de césped hidráulica. Es un minicoche de cuatro ruedas para grandes espacios verdes. Se dedica a los campos de golf y de fútbol.

Frente a esta máquina, el robot cortador de césped no es rival para ella. En tal escenario, se limitará a un cuarto de la trama solamente. De hecho, el cable que lo conecta a la red eléctrica no llegará al final del perímetro. Del mismo modo, pasará una eternidad segando tal espacio.

Esta vez es mejor optar por la versión hidráulica. Hace un corte meticuloso. Además, la comodidad parece muy superior. Porque en lugar de estar de pie durante la siega, se le reserva una silla. Te sentarás al volante como un rey o una reina. Como resultado, su gasto de energía es bajo.

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