¿Cómo colocar las verduras en potager ?
Las verduras van perfectamente juntas en el plato. Es una historia diferente en el huerto, si estás pensando en empezar uno. Además de la disposición del terreno en el que se va a plantar, es necesario conocer las combinaciones adecuadas para obtener un resultado positivo, con productos variados y de buena calidad.
El desarrollo de la tierra, un secreto del éxito
Tu decisión está tomada, quieres transformar tu jardín en un huerto, disponer de verduras frescas y variar el contenido de tu plato según las estaciones. Además, la certeza de una buena producción le ha convencido, porque ha realizado análisis de suelo, y ahora sabe lo que tiene que hacer para prepararlo bien.
Sin embargo, además de este importante requisito previo, también debe ser consciente de que el éxito de un huerto no puede improvisarse, sino que también requiere un mínimo de conocimientos en el ámbito agrícola. La mejora de la tierra, la planificación, el riego y el drenaje son algunos de los requisitos básicos de un buen suelo para el cultivo de hortalizas.
Por lo tanto, en el componente de desarrollo de la tierra, debe seguir las recomendaciones necesarias para promover el enriquecimiento del suelo, dependiendo de los vegetales que vaya a plantar. Además de añadir fertilizantes naturales y humus para promover la producción de materia orgánica y microorganismos que promueven la fertilidad del suelo, también debe alternar los productos de una temporada a otra. Este procedimiento permite que el suelo se recupere plantando un vegetal con un bajo consumo de nutrientes después de otro con un mayor apetito. Con este método, llamado rotación de cultivos, su tierra tendrá tiempo para regenerarse de manera que pueda proporcionar los insumos de nutrientes necesarios para la próxima plantación.
Además, la disposición y el diseño de la huerta en sí es también esencial para que las verduras crezcan bien. Es necesario el riego regular, el drenaje de agua y el riego especial para suministrar agua a todas las plantas. Una regadera puede ser suficiente para un pequeño huerto de unos pocos metros cuadrados.
Por otro lado, una superficie mayor requiere una mayor inversión material. Con el fin de permanecer en un estado mental responsable, se puede, por ejemplo, optar por la instalación de un cosechador de agua de lluvia cerca, y luego construir canales de riego para cada parcela de huerto. Esto evitará tener que arrastrar una larga manguera de jardín, que no sólo puede dañar unos pocos pies al pasar, sino que también puede aumentar la factura del agua.
El método de colocación de los vegetales
Además del desarrollo de la tierra, la plantación de semillas también requiere algunos conocimientos importantes. El primer punto es proporcionar suficiente espacio entre las siembras. Una vez que el crecimiento ha tenido lugar, cada producto tendrá entonces suficiente espacio para desarrollarse y alcanzar el tamaño ideal.
Por su parte, tendrán el espacio necesario para moverse entre sus cuadrados, para regar, limpiar o cosechar. Por último, las raíces de cada planta tendrán un espacio adecuado para desarrollarse, sin entrar necesariamente en contacto con su vecino, con el riesgo de crear defectos de crecimiento, o incluso de matar a la otra.
Además, es esencial combinar los vegetales que son compatibles entre sí. De hecho, los vegetales y los humanos tienen en común que no siempre aprecian a sus vecinos. Afortunadamente, tienes la oportunidad de agrupar los vegetales según sus afinidades, y así evitar poner dos productos incompatibles uno al lado del otro.
Las asociaciones beneficiosas son numerosas y puedes inspirarte en los clásicos preguntando a los especialistas cuando compras tus semillas. Por ejemplo, puede asegurar un rendimiento beneficioso plantando zanahorias junto al ajo, chalotas o puerros. Estos protegen a la zanahoria de una mosca que deposita sus larvas en la zanahoria y eventualmente la mata. Por otro lado, la zanahoria también mantiene a la mosca alejada de la cebolla, lo que es perjudicial para sus protectores.
Preguntando a estos mismos especialistas, también aprenderá a reconocer los productos que nunca debe asociar con los demás. De hecho, algunos vegetales requieren un espacio dedicado y no pueden soportar tener que compartirlo con otros, como el calabacín, que no podrá coexistir pacíficamente con el pepino. Como cada una de estas especies es un miembro de la familia de plantas que crecen en extensión, se desarrollan invadiendo una cierta área. Al pedirle al pepino que crezca junto al calabacín, uno de estos vegetales eventualmente morirá.
Las ventajas de una buena asociación
Un negocio en el que los socios se llevan bien y trabajan juntos sólo puede ser productivo. Lo mismo ocurre con un huerto, donde se ha podido colocar cada vegetal junto a otro producto compatible con él. Saber cómo colocar cada especie de la manera correcta trae muchos beneficios a su jardín.
Para empezar, cualquiera que sea el tamaño de sus cultivos de hortalizas, la variedad de productos traerá una nueva estética a su jardín desde la fase de crecimiento. Aunque todo sea verde, las formas, la consistencia y el tamaño de las hojas de cada producto ya aportan una notable diversidad de aspecto.
Esta situación se refuerza aún más en el momento de la floración, alcanzando su punto máximo cuando los vegetales están maduros. Entonces tendrás una explosión de color en tu huerto, entre el rojo brillante de los tomates, el verde suave de la lechuga y el púrpura imperial de la berenjena. Añade el aroma picante del tomillo, por ejemplo.
Además, no hace falta decir que obtendrá productos de buena calidad y en cantidad óptima. Cada especie se habrá desarrollado serenamente, sobre todo gracias a la contribución de un buen vecino contra la proliferación de plagas. Al combinar bien las plantas, se evita la necesidad de un uso intensivo de insecticidas u otros compuestos industriales artificiales para proteger el jardín. Una buena combinación justifica su compromiso con la agricultura orgánica y libre de químicos.